Con la vuelta al colegio es habitual que aparezcan los piojos. El mayor contacto entre los pequeños favorece la pediculosis, un problema frecuente entre los niños de 3 a 11 años. Los piojos viven en el cabello humano y se alimentan de sangre. Estos parásitos crecen y se multiplican con facilidad, contagiándose por el contacto de una cabeza infestada con otra, o por intercambio de objetos personales como gorras, diademas o peines. La revisión periódica del cabello de los niños es la forma más eficaz de ver si tienen piojos o liendres (los huevos depositados por la hembra en el cabello). Como prevención, se puede recurrir a repelentes, de venta en las farmacias. La primera señal que indica que el niño tiene piojos es el rascado de la cabeza. Aunque son pequeños, estos insectos se pueden ver
a simple vista. Las liendres, similares a la caspa, suelen localizarse en la zona de la nuca o detrás de las orejas y están adheridas al pelo.¿?COMO ACTUAR?
Una vez detectados los piojos y las liendres, se pueden eliminar aplicando una loción pediculicida y pasando la liendrera (peine de púas estrechas) por el cabello. Las farmacias disponen de una amplia gama de pediculicidas, formulados con diferentes sustancias. entre los más utilizados destacan los productos a base de permetrina y dimeticona. Para mayor seguridad, es recomendable repetir el tratamiento pasados siete días, así como evitar compartir objetos personales y lavar la ropa de casa a más de 55º C para evitar la infestación.
OLVÍDATE DE LOS PIOJOS
Tras el verano, los piojos y las liendres pueden entorpecer el inicio de curso.
Con esta gama de productos no tan sólo actuamos ante la eliminación sino que retiramos las liendres y prevenimos, protegiendo el cuero cabelludo.
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