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Gripes y resfriados: Parecidos, pero distintos

Tos, mocos, fiebre, estornudos… ¿Es gripe o es resfriado?

En ocasiones es frecuente confundir los síntomas y no saber a qué enfermedad nos enfrentamos, por eso la mejor medida que podemos tomar es acudir a nuestro médico para que él nos diagnostique.

Ambas son infecciones víricas, pero, en la gripe, el causante es el influenzavirus, muy contagioso y que afecta a las vías respiratorias, mientras que el resfriado común lo causa un rinovirus que afecta a las vías aéreas superiores. En cuanto a sus síntomas, nos ayudará a distinguir una de otra que la gripe, por ejemplo, es un cuadro viral agudo caracterizado por la aparición brusca de fiebre, entre 38º y 40º, con una duración de 3 a 7 días y que se acompaña de cefaleas, escalofríos, tos seca, falta de apetito, dolor al deglutir, dolor muscular, cansancio, malestar general y aparición repentina de la enfermedad.

En un resfriado común nos encontramos con que su aparición suele ser de forma lenta y progresiva. Sus síntomas más notorios son picor de garganta, nariz congestionada o que gotea y tos áspera, y, en ocasiones, puede aparecer dolor de cabeza leve, fiebre baja y cansancio.

Reposo y mucha paciencia

No existe cura para ninguna de las dos infecciones. Lo único que se puede hacer es tratar sus síntomas mientras nuestro cuerpo combate el virus. No debemos cometer el error de tomar antibióticos para este tipo de enfermedades, ya que se administran para infecciones bacterianas, y no para víricas, como lo son éstas.

Medicamentos sin receta, como algunos analgésicos, antitusígenos, expectorantes o descongestionantes nasales, nos pueden ayudar a aliviar los síntomas, siempre limitando su uso al periodo recomendado por tu farmacéutico o en el prospecto.

Cuidado y salud de las manos

El agua y el jabón no bastan para mantener unas manos sanas y en plena forma, sino que deben seguirse unas pautas específicas

LAS MANOS CUMPLEN MIL FUNCIONES A DIARIO

Son nuestra carta de presentación y nuestra herramienta de trabajo, una zona del cuerpo que, al igual que el rostro, se reseca y envejece por su permanente exposición a las agresiones externas: cambios de temperatura (sobre todo en el agua) y exposición al frío, al sol y a los productos químicos que se manipulan, como los detergentes. Con la edad aparecen también manchas, arrugas, engrosamiento de la piel y cambios en el tono y la textura que afectan a su apariencia.
Todos estos factores pueden provocar graves problemas como alergias, irritación, manchas, infecciones y el envejecimiento prematuro de las manos.
Su lavado sólo con agua y jabón no es suficiente para mantenerlas en buenas condiciones, sino que se requieren cuidados más específicos.
  • Exfoliación. Los productos exfoliantes faciales van muy bien para recuperar la belleza de las manos. Podemos aprovechar para masajear bien los dedos con movimientos circulares que estimularán la circulación sanguínea y el crecimiento de las uñas. Finalizaremos el tratamiento con la aplicación de una crema hidratante.
  • Protección solar. Usar crema de protección solar, como en el resto del cuerpo, también en invierno, sobre todo si pasamos mucho tiempo al aire libre. Así se evitará la aparición de manchas y el envejecimiento de la piel.
  • Cuidados naturales. Son útiles para ayudarnos a mantener unas manos suaves.
En el día a día, utilizar guantes de goma cuando se laven los platos o se entre en contacto con productos químicos, usar jabones neutros y secarlas bien después de lavarlas son otras pautas positivas para mantener la belleza de nuestras manos.

Alimentos que aumentan las defensas

“Que la alimentación sea tu medicación”, dijo Hipócrates, médico de la antigua Grecia, consejo que los expertos en nutrición transmiten, sabedores de la importancia de llevar una adecuada alimentación para la salud.
Y es que la mala alimentación es uno de los factores que, junto con los cambios de temperatura y el estrés, más debilita nuestro sistema inmunológico, impidiendo que nuestro organismo pueda combatir con eficacia los virus. Pero podemos hacerles frente adoptando unos hábitos alimenticios más saludables que contribuyan al aumento de las tan necesarias defensas:
  • Comer muchas frutas y verduras frescas es vital durante las estaciones más frías del año, en especial porque, de esta forma, nos aseguramos un buen aporte de vitaminas, sobre todo de vitamina C, la vitamina por excelencia a la hora de aumentar las defensas. En estos casos, por ejemplo, podemos comer mandarinas, y provechar así todos sus beneficios, o bien un zumo de naranja natural cada mañana.
  • Además de frutas y verduras frescas, una opción igualmente positiva es la de incluir en nuestra dieta cebolla y ajo, ya que tienen un efecto anti-vírico sumamente importante.
  • Beber infusiones calientes (en especial de gordolobo o de eucalipto), té (verde o blanco) o, incluso, caldos vegetales para proteger nuestra garganta.
  • También podemos tomar extractos de miel y propóleos, que aumentan la resistencia del organismo frente a infecciones. La jalea real, por su alto aporte de minerales; el jengibre, como potente antioxidante; el eleuterococo, estimulante del sistema nervioso central; o el gingseng, por su contribución a la mejora del ánimo y la concentración son otros alimentos recomendados.
  • Oligoelementos como el cinc, presente en la carne, algunos mariscos y pescados, espinacas, legumbres, pipas de girasol y de calabaza, germen de trigo o queso, o el selenio, que podemos encontrar en las nueces, los cereales integrales o las verduras, ayudan a fortalecer las defensas. Por ello, podemos pedir ayuda a un experto que nos recomiende algún suplemento dietético que contenga oligoelementos.
  • Un mineral que tampoco debe faltar en nuestra dieta es el hierro. Forma parte de las células sanguíneas, y su carencia puede acabar provocando la aparición de infecciones. Eso sí, se debe tener en cuenta que, para aumentar su absorción, su consumo debe asociarse a la vitamina C. Lo encontramos en la carne, el atún, el salmón, la yema de huevo, las legumbres, los frutos secos, el hígado y las verduras.