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Cómo preparar el botiquín de viaje para viajar seguro este verano

El verano ya está aquí de nuevo y es importante que tomes las precauciones necesarias para evitar los problemas digestivos que son habituales en esta época del año.
Los problemas digestivos que aparecen con más frecuencia durante el verano son las diarreas, principalmente las que se producen después de comer algún alimento en mal estado, las digestiones pesadas cuando comes mucho y el estreñimiento.
Uno de los trastornos más frecuentes, que suelen tener las personas que realizan viajes a países con condiciones de sanidad distintas a los de su país de origen, es la diarrea del viajero.

La diarrea del viajero
, también conocida como “diarrea del turista” o “gripe intestinal”, es la diarrea que se desarrolla en un periodo de 10 días durante un viaje a países con menores condiciones higiénico-sanitarias o bien cuando se manifiesta hasta 10 días después de regresar de los mismos.
Lo más habitual es que la diarrea del viajero ocurra durante la estancia y que se resuelva espontáneamente al cabo de unos pocos días. Se manifiesta en forma de una a tres deposiciones líquidas diarias que se pueden acompañar de náuseas, vómitos, retortijones, fiebre o sangre en heces. También es habitual que se produzcan varios episodios de diarrea durante el mismo viaje.
Se estima que la diarrea del viajero afecta a 11 millones de personas y cada vez aumenta la población que se expone a ella debido al aumento de los viajes en destinos exóticos y regiones del mundo con unos niveles de higiene bajos.
Aunque no es una enfermedad grave, puede tener un fuerte impacto en tu día a día, puedes deshidratarte, sus síntomas te obligan a quedarte en la cama un par de días y algunas veces suponen tener que interrumpir las vacaciones.
En la mayoría de los casos, el origen de la diarrea del viajero es bacteriano, siendo la bacteria Escherichia coli enterotoxigénica uno de los patógenos más frecuentes.
Además, las toxinas presentes en los alimentos también pueden ser la causa de la diarrea del viajero. Por ejemplo, la intoxicación alimentaria por ciguatera se debe al consumo de pescado contaminado con una toxina que se encuentra en un alga y es típica de áreas tropicales y subtropicales, aunque se ha extendido en Europa (Canarias y Madeira).
Otras patologías como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y el intestino irritable pueden empeorar por una gastroenteritis tras viajar en países de riesgo como el próximo oriente, América central y del sur, África y Asia.
Las medidas preventivas de la diarrea del viajero incluyen beber solo agua embotellada, no tomar alimentos crudos, no tomar zumo, lavarte las manos cada vez que vayas al baño, evitar los baños en piscinas.
Además, es importante que te lleves de tu casa tu botiquín para reducir al máximo el riesgo de sufrir la diarrea del viajero cada vez que viajes fuera.
A continuación, te explico lo que no puede faltar en tu botiquín de viaje.

¿Qué poner en un botiquín de viaje?

Antes de ponerte a preparar tu botiquín de viaje, es importante que investigues los riesgos de salud más frecuentes del país que vayas a visitar y que te informes en tu Centro de Atención Primaria sobre las vacunas requeridas. Consulta las principales enfermedades que puedes contraer y las vacunas obligatorias que recomienda el Ministerio de Sanidad aquí.
Si tienes alguna enfermedad crónica como diabetes o asma, es importante que tu medicación habitual esté en el botiquín y que planifiques un suministro suficiente en función de la duración de tu estancia, porque pueden ser difíciles de encontrar en el país de destino. No te olvides de revisar antes su fecha de caducidad.
Además de las enfermedades típicas del lugar que visites, ten en cuenta que hay algunos trastornos que es más frecuente que se produzcan durante los meses de verano.
Más allá de la diarrea del viajero, las dolencias oculares son frecuentes en época de vacaciones debido a las actividades al aire libre y las largas horas en la playa y la piscina. También es posible que experimentes algún dolor de cabeza o molestia muscular, sobre todo si has optado por un destino de montaña. Y no te olvides de los temidos mareos y del estreñimiento que se produce por el cambio en los horarios de las comidas y la incorporación de alimentos a los que no estás acostumbrado.
Como más vale prevenir que curar, es importante que te anticipes a todos estos problemas tan habituales con un botiquín de viaje que incluya:
  • Material de cura: tijeras, pinzas, tiras adhesivas, esparadrapo, vendas, gasas estériles y algodón.
  • Medicamentos para el dolor: el paracetamol te servirá para aliviar el dolor y tratar la fiebre y los antiinflamatorios tipo ibuprofeno en caso de caída o contusión.
  • Desinfectantes: gel desinfectante para las manos y solución yodada (si te olvidas de ellos, acuérdate de lavar las heridas con agua y jabón).
  • Protector solar: escoge un buen protector solar que bloquee los rayos UVA y UVB y con un factor de protección solar superior a 30. Durante las vacaciones tu piel está más expuesta al sol. Lleva también una crema para tratar las quemaduras solares.
  • Repelente de mosquitos.
  • Sales de rehidratación oral con probióticos: son tus aliados perfectos para prevenir y tratar los síntomas y la gravedad de la diarrea del viajero. En el siguiente apartado te contamos qué probióticos están respaldados científicamente.
  • Otros medicamentos para los problemas gastrointestinales: te puede ser útil llevar un protector de estómago por si necesitas tomarte un antiinflamatorio, un antidiarreico como la loperamida y un antiemético para el tratamiento de las náuseas y los vómitos. No es recomendable abusar de los antidiarreicos porque su efecto puede ser contraproducente.
Por último, es importante que el neceser que utilices como botiquín de viaje sea resistente y ligero para evitar que se dañe su contenido. Y a la hora de subir al avión intenta llevar el botiquín de viaje en tu equipaje de mano por si te surge algún imprevisto durante el vuelo.

Probióticos de viaje

Los probióticos son microorganismos vivos (bacterias o levaduras) que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden conferir beneficios para la salud.
Existe alta evidencia científica que recomienda el uso de probióticos en adultos y niños, junto con el tratamiento tradicional de hidratación. Sin embargo, no todos los probióticos han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la gastroenteritis aguda.
En niños, los probióticos consiguen acortar en un día la duración de la diarrea, disminuir el número de deposiciones al segundo día de tratamiento y el porcentaje de diarreas que se prolongan más de 4 días.
En adultos, los probióticos se pueden emplear solos o en combinación con otros medicamentos antidiarreicos para el tratamiento de la diarrea aguda. Según la Organización Mundial de Gastroenterología, los probióticos que han mostrado ser eficaces en la prevención y en el tratamiento de la diarrea agudas son L. paracasei B 21060, L. rhamnosus GG y Saccharomyces boulardii5.
Para prevenir la diarrea del viajero cada cepa probiótica debe administrarse a una dosis de mínimo 109 microorganismos viables por día (expresados en forma de Unidades Formadoras de Colonias). Se recomienda empezar con la toma del probiótico 5 días antes del viaje y mantenerlo hasta el regreso. Se ha observado un ligero aumento en la eficacia del probiótico a dosis más altas, de forma que es una buena idea aumentar de forma progresiva su dosis a media que transcurra el viaje sin exceder el límite recomendado por el fabricante.
Para conseguir un efecto completo puedes tomarte el probiótico junto con su alimento favorito (los prebióticos) y el suero oral en forma de un único producto como es Lactoflora® suero oral.
Este suero oral con 25.000 millones de lactobacilos (L. acidophilus NCFM® y L. paracasei LPC-37®) y bifidobacterias vivas (B. lactis Bl-04® y B. lactis Bi-07®) junto con prebióticos (fructooligosacáridos) y electrolitos más glucosa es tu mejor aliado para llevarlo en el botiquín del viajero y tenerlo cerca cuando necesites un aporte de agua y electrolitos gracias a que:

  • Su composición en electrolitos y glucosa acorde a las recomendaciones de las principales sociedades científicas de nutrición como la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN) te permite reponer los electrolitos que pierdes en las deposiciones cuando tienes diarrea del viajero.
  • La mezcla de lactobacilos y bifidobacterias con propiedades probióticas desplazan a las bacterias patógenas responsables de la diarrea del viajero, aceleran la recuperación de la composición y las funciones de la microbiota intestinal y ayuda en el alivio de los síntomas digestivos que acompañan a la diarrea del viajero.
  • Los prebióticos como los fructooligosacáridos son el alimento favorito de los probióticos y actúan a dos niveles: aumentando la producción de ácidos grasos de cadena corta (sustancias producidas por la microbiota intestinal que ayudan en la reabsorción de agua, sodio y minerales a nivel del intestino grueso) y favoreciendo el crecimiento de los lactobacilos y las bifidobacterias beneficiosos.
  • Como no lleva lactosa, es bien tolerado por la mucosa intestinal sensible tras un episodio de diarrea. Tampoco contiene gluten.

Cómo prevenir la diarrea del viajero

Las medidas higiénico-dietéticas son el principal pilar que tienes a tu alcance para evitar la diarrea del viajero junto con los probióticos con respaldo científico.
  1. Lávate las manos con frecuencia y usando jabón o un desinfectante adecuado después de ir al baño, cada vez que tengas que cocinar o manipular los alimentos y antes de comer. Después de lavarte las manos, es importante que las seques bien.
  2. Limpia las superficies con lejía.
  3. No consumas alimentos crudos (ensaladas, zumos y frutas) o poco cocinados que no se han mantenido refrigerados.
  4. Evita comprar alimentos a los vendedores ambulantes de la calle.
  5. Evita la leche cruda y los derivados lácteos que no han sido tratados con calor (helados, flanes y cremas).
  6. No comas en sitios que no puedan garantizar unas mínimas condiciones higiénicas, como los chiringuitos de la calle o los restaurantes con poca higiene.
  7. No manipules alimentos durante 3 días tras haber pasado la diarrea.
  8. Para beber escoge siempre las bebidas embotelladas y evita el agua del grifo y cualquier bebida que esté en una botella en mal estado o que ha sido abierta antes. Para cepillarte los dientes utiliza también agua embotellada.
  9. Evita los cubitos de hielo en el agua de bebida, los refrescos y los cócteles.
Los antibióticos no sirven para prevenir la diarrea del viajero, debido a que favorecen las resistencias bacterianas y no matan a los virus ni a los parásitos que son responsables de algunos brotes de diarrea.
En caso de tener diarrea del viajero:
  1. Hidrátate bien con líquido y electrolitos (sodio, potasio, cloro, citratos) y glucosa para reponer todo el líquido que has perdido en las deposiciones. Los sueros orales de venta en farmacia son preferibles a las preparaciones caseras de rehidratación porque llevan las cantidades de electrolitos de organizaciones y sociedades científicas de referencia como la Organización Mundial de la Salud y la ESPGHAN que han mostrado ser más efectivas para la recuperación de la diarrea.
  2. Las primeras horas puedes seguir una dieta líquida y evitar inicialmente los lácteos. De forma gradual se irán introduciendo pequeñas cantidades de alimentos astringentes (zanahoria hervida, sopa de arroz, manzana rallada, etc.). El objetivo es volver a la alimentación normal lo más pronto posible.
Si la diarrea se acompaña de mareos, náuseas y vómitos:
  • Come poca cantidad y con frecuencia (7 comidas al día).
  • Prioriza siempre los alimentos cocidos frente a los alimentos crudos para facilitar la digestión.
  • Limita los cítricos y la leche.
  • Evita las carnes de ternera, cordero y buey porque son de difícil digestión.
  • Evita los embutidos, los platos precocinados y la bollería por su alto contenido en grasas poco saludables.
  • A medida que te encuentres mejor, puedes ir introduciendo los lácteos, empezando por el yogur o la cuajada que son de más fácil digestión y, en último lugar, la leche.
  1. Antidiarreicos: de forma complementaria a la rehidratación, es posible que tu médico te recomienda la loperamida para reducir el movimiento intestinal. Se debe limitar su uso si tienes diarrea con sangre o si tienes fiebre alta.
  2. Antibióticos: mientras que las diarreas leves es suficiente tratarlas solo con medicamentos antidiarreicos, las diarreas moderadas o graves (más de 3 deposiciones líquidas en 8 horas) pueden requerir el empleo de antibióticos, siempre con prescripción del médico. Si el origen de la diarrea es vírico o parasitario el médico no te pautará antibióticos.
Si presentas alguna de las siguientes señales de alarma debes buscar atención médica rápida:
  • Fiebre alta (superior a los 38,5ºC).
  • Heces con moco y sangre.
  • Vómitos.
  • Dolor abdominal intenso.
  • Sequedad de la boca y de la piel, sensación de confusión mental, orina escasa y de color amarillo y pérdida de peso no intencionada.
  • Síntomas que no mejoran en 2-3 días.

Conclusión

La diarrea del viajero es un tipo de infección gastrointestinal que se acompaña de diarrea, náuseas y vómitos que se presentan en personas que viajan a países con unas bajas condiciones higiénicas. Aparece en un periodo de 10 días durante el viaje o bien se manifiesta hasta 10 días después de regresar del mismo.
Tu botiquín de viaje debe incluir tu medicación habitual (en el caso que te mediques para alguna enfermedad crónica), material de cura, medicamentos para el dolor, desinfectantes, protector solar, repelente de mosquitos, sales de rehidratación oral con probióticos y medicamentos para las náuseas y vómitos.
"La prevención de la diarrea del viajero se basa en hacer un consumo seguro de alimentos y bebidas y extremar al máximo las medidas higiénico-sanitarias".
Los probióticos a base de algunas mezclas de lactobacilos con bifidobacterias han mostrado ser eficaces en la prevención de la diarrea del viajero. Se recomienda empezar a tomarlos 5 días antes del viaje y mantenerlos hasta el regreso.
La mayoría de los casos de diarrea del viajero se resuelven con tratamiento dietético. El tratamiento de la diarrea del viajero consiste en rehidratarse con suero oral y fármacos que frenen la diarrea. Si la diarrea se agudiza, acude al médico.

Referencias:
1. von Sonnenburg F, Tornieporth N, Waiyaki P, et al. Risk and aetiology of diarrhoea at various tourist destinations. Lancet. 2000; 356(9224):133-4. doi: 10.1016/S0140-6736(00)02451-X.
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3. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. Consejos para el viajero. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/consejosViajero.htm (consulta el 20/06/2022).
4. González Bosquet L. Botiquín de viaje. Un elemento imprescindible durante las vacaciones. Offarm. 2004; 23(6):59-72.
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6. Espín B, Díaz JJ. Diarrea y trastornos funcionales digestivos en Pediatría. En: Álvarez-Calatayud G, Marcos A, Margollés A (Eds.). Probióticos, prebióticos y salud: Evidencia científica. Madrid: Ergon; 2016. p. 207-212.
7. Salazar-Lindo E, Polanco Allué I, Gutiérrez-Castrellón P; Grupo Ibero-Latinoamericano sobre el Manejo de la Diarrea Aguda (GILA). Guía de práctica clínica ibero-latinoamericana sobre el manejo de la gastroenteritis aguda en menores de 5 años: tratamiento farmacológico. An Pediatr (Barc). 2014; 80:15-22. doi: 10.1016/S1695-4033(14)75260-9.
8. Szajewska H, Guarino A, Hojsak I, et al. Use of probiotics for the management of acute gastroenteritis in children: an update. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2020; 71(2):261-9. doi: 10.1097/MPG.0000000000002751.
9. McFarland LV. Meta-analysis of probiotics for the prevention of traveler’s diarrhea. Travel Med Infect Dis. 2007; 5(2):97-105. doi: 10.1016/j.tmaid.2005.10.003.
10. Rasinkangas P, Ouwehand AC. Digestive health benefits of Howaru® Restore probiotic combination and its individual strains. Agro FOOD Industry Hi Tech. 2017; 28(5):20-3.
11. Manrique-Martínez I, Mora-Capín A, Álvarez-Calatayud G. Nuevas pautas de rehidratación en el manejo de la gastroenteritis aguda en urgencias. An Pediatr Contin. 2011; 9(2):106-15. doi: 10.1016/S1696-2818(11)70015-4.
12. Calatayud-Álvarez G, et al. Probioticoterapia en Gastroenterología. Ed. Pharma and Health Consulting, S. L. 2013.
13. Gibson GR, Hutkins R, Sanders ME, et al. Expert consensus document: The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of prebiotics. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2017; 14(8):491-502. doi: 10.1038/nrgastro.2017.75.
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15. Manual MSD. Diarrea del viajero. Octubre 2021. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-gastrointestinales/gastroenteritis/diarrea-del-viajero (consulta el 22/06/2022).
16. Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). Diarrea del viajero. Disponible en: https://www.saludigestivo.es/mes-saludigestivo/toxiinfecciones-alimentarias/diarrea-del-viajero/ (consulta el 22/06/2022).

3 consejos antes de elegir tu cepillo de dientes

Te enseñamos a evitar la pérdida de tus dientes, mantener unas encías sanas y lograr una sonrisa bonita ¿Cuál es la clave para conseguirlo? Elegir un buen cepillo de dientes.
Un cepillo de dientes no es sólo el accesorio que usamos para limpiar nuestros dientes y encías, sino que es esencial para conseguir una boca sana, evitar la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes.

Pero cepillos de dientes hay de diferentes tipos, tamaños, formas y dureza por lo que hoy hablaremos de las características indispensables que debes tener en cuenta la próxima vez que elijas tu cepillo de dientes.


Cepillo de dientes suave o duro ¿Cuál limpia mejor los dientes?

Sin lugar a duda, la acumulación de placa bacteriana es la gran enemiga de nuestra boca, pero ello, nos lleva a pensar que un cepillo de dientes duro puede limpiar mejor nuestros dientes y acabar con la placa y el sarro dental ¿Pero sabías que puede convertirse en tu gran enemigo?
El cepillo dental de filamentos duros destruirá tu encía, provocando la retracción de éstas, es decir que tu encía baje y deje al descubierto la raíz del diente. Debes tener en cuenta que la encía no vuelve a crecer.
Pero no sólo eso, sino que también puede ocasionarte otras molestias en la boca cómo: el desgaste del esmalte de tus dientes especialmente a nivel de los cuellos, sensibilidad dental, sangrado de encías e incluso, caries. Para lograr una salud óptima de dientes y encías es mejor elegir un cepillo de dientes de filamentos suaves además de realizar una correcta técnica de cepillado.

¿Cepillo dental de cabezal pequeño o grande?

Por supuesto: cabezal pequeño. Seguro que nos ha pasado alguna vez, que resulta difícil limpiar la zona posterior de nuestra boca sobretodo el último diente. Precisamente para este fin, nuestro mejor aliado a partir de ahora es el cepillo de dientes de cabezal pequeño. Llegarás a esas zonas de difícil acceso eliminando la placa y no sólo eso, sino que evitarás problemas de caries y que se inflame la encía.

La importancia de la forma de los filamentos de tu cepillo de dientes en tu higiene bucal

No es un mito: La forma de los filamentos del cepillo de dientes es fundamental. Por un lado, encontrarás filamentos de puntas cónicas y por el otro, filamentos redondeados. ¿Cuál elegir? Elige filamentos redondeados, es la forma más efectiva para cuidar tu encía, dientes y eliminar totalmente la placa bacteriana.
Y para terminar, repasamos las 3 claves para una buena salud bucal:
  1. Siempre cepilla tus dientes por dos minutos al menos 2 veces cada día con pasta de dientes con flúor.
  2. Realiza movimientos suaves con las cerdas del cepillo de dientes, desde la encía hacia el diente acompáñalo con masajes suaves sobre la encía para activar la circulación de la zona y evitar la retracción gingival.
  3. Siempre limpia entre tus dientes. Usa la cinta o el hilo dental y el cepillo interdental recomendado por tu higienista.

Artículo realizado en por Dentaid en colaboración con El Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid.

MÉTODO RICE PARA TRATAR LAS LESIONES DE TEJIDOS BLANDOS

Reposo, hielo, compresión y elevación (RICE, por sus siglas en inglés) es el método de elección para tratar la inflamación después de una lesión de tejidos blandos, como músculos, ligamentos o tendones.

Aplicando el método RICE se consigue controlar la inflamación y evitar el empeoramiento de la lesión.

Tras una lesión de este tipo, aparece una respuesta inflamatoria aguda que causa dolor, edema, hiperalgesia y eritema, todos ellos factores limitantes para la rehabilitación del tejido afectado.
La acumulación de líquido y el edema alrededor de la lesión incrementan el daño al tejido, retrasa la recuperación y puede resultar en cierto grado de incapacidad crónica.
Con la aplicación de la terapia RICE, especialmente durante las primeras horas tras la lesión, se consigue controlar la inflamación (nunca detenerla, ya que es un proceso necesario para la reparación de tejido dañado), y evitar el empeoramiento de la lesión, reduciendo el tiempo de recuperación y los síntomas asociados.
El método RICE se basa en cuatro componentes muy simples:
  1. Reposo. Se requiere reposo para reducir la demanda metabólica del tejido dañado y evitar así el aumento del flujo sanguíneo. También es necesario para reducir el estrés local que puede interferir en el proceso de reparación. Pero es importante tener en cuenta que el reposo debe ser aplicado de forma selectiva, y debe ser sinónimo de descanso, no de inmovilización. Se debe permitir cierto nivel de actividad, pero evitando movimientos que impliquen estrés o tensión del área lesionada y que pueda perjudicar el proceso de reparación. Después de los primeros días tras la lesión (y siempre bajo la supervisión del fisioterapeuta) se debe volver a activar gradualmente la parte dañada, ya que el movimiento es el mejor tratamiento. Una correcta movilización de las estructuras ayuda a una recuperación más rápida y a una correcta reorganización del tejido. Un buen vendaje puede dar soporte y ayudar a retomar la actividad sin agravar la lesión.
  2. HieloSe utiliza el término hielo para describir la aplicación de frío a la zona afectada (crioterapia). Es necesario para reducir la temperatura en el área lesionada y así reducir la demanda metabólica, inducir vasoconstricción y limitar el sangrado. También puede reducir el dolor debido al aumento del umbral de dolor en las terminaciones nerviosas próximas. La forma más común de crioterapia es mediante hielo. Sin embargo la aplicación de éste directamente sobre la piel puede causar quemaduras, y si se aplica más tiempo del debido puede tener un efecto contrario al deseado. Otras modalidades más seguras y efectivas son la inmersión de la parte afectada en un baño frio o la aplicación de sustancias que provocan el efecto frío por evaporación.
  3. CompresiónEl objetivo de la compresión es parar la hemorragia y reducir la hinchazón. La compresión se aplica para limitar la cantidad de edema causada por el exudado de líquido desde los capilares dañados hacia el tejido. Controlar el exudado inflamatorio reduce la cantidad de fibrina y la producción de tejido cicatricial, manteniendo las propiedades físico-químicas del tejido. Es importante que el vendaje no esté demasiado apretado para evitar que corte la circulación o comprima estructuras nerviosas. Se debe ajustar de manera que se evite el movimiento libre, pero permitiendo la expansión muscular por contracción. Se recomienda un vendaje elástico en lugar de un vendaje rígido.
  4. ElevaciónLa elevación inmediata de la extremidad afectada reduce la presión arterial y ayuda a limitar el sangrado. También aumenta el drenaje del exudado inflamatorio a través del sistema linfático, limitando el edema y las complicaciones asociadas. Hoy en día la aplicación simultánea de frío más compresión es la terapia más utilizada en el ambiente deportivo, especialmente en las primeras horas tras la lesión, lo que permite una rápida recuperación y una vuelta más temprana a la práctica deportiva.

¿Quieres más? Nosotros vamos a tener en cuenta estos consejos para tratar cualquier lesión de tejidos blandos. Porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú? Síguenos en redes sociales y descubre cómo llevar una vida saludable.