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MARZO: MES DE LA SALUD BUCODENTAL

¿EN QUÉ CONSISTE UNA LIMPIEZA DENTAL? 

Por muy bien que te cepilles los dientes o uses el hilo dental, siempre quedan zonas difíciles de alcanzar. Una limpieza dental puede ayudarte a tener los dientes realmente limpios. 
La enfermedad gingival a menudo está causada por la acumulación de placa bacteriana.
La mejor forma de eliminarla es cepillando los dientes dos veces al día. Sin embargo, por muy bien que te limpies los dientes, siempre habrá zonas de difícil acceso que cuesta mantener limpias. En estas zonas puede acumularse la placa bacteriana y llegar a mineralizarse, formando un depósito duro conocido como cálculos o sarro, que no es posible eliminar con el cepillado. Si no se elimina, es posible que se acumule más placa alrededor de los dientes o incluso debajo de la encía, lo que provoca el avance de la enfermedad gingival. 
Para reducir el riesgo de enfermedad gingival o para evitar que empeore, es posible que tu dentista te recomiende que te realices una limpieza dental para conseguir que tus dientes estén realmente limpios. 

¿QUE ESPERAR?

Tanto tu dentista como un higienista dental pueden realizar la limpieza. 
La primera fase de "raspado" consiste en eliminar los depósitos de placa y sarro. A menudo se utiliza una herramienta con ultrasonidos para retirar la mayor parte del sarro y, a continuación se emplean otros elementos manuales para raspar cualquier resto. 
La siguiente fase consiste en pulir los dientes para que la superficie esté realmente lisa. Aunque el pulido elimina las manchas y deja los dientes lisos y brillantes, no se trata únicamente de un procedimiento estético. También alisa pequeñas imperfecciones y rugosidades del diente para evitar que la placa se adhiera a ellos. 
Tu dentista te aconsejará con qué frecuencia necesitas realizarte una limpieza dental. Es importante que recuerdes que una limpieza profesional es un complemento de una buena rutina de salud oral y nunca puede sustituir los dos cepillados al día con una pasta de dientes con flúor

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¿PUEDEN VOLVER A CRECER LAS ENCÍAS RETRAÍDAS?

La respuesta sencilla es no. Si tus encías están dañadas por, por ejemplo, periodontitis, la forma más grave de la enfermedad de las encías, no es posible que las encías retraídas vuelvan a crecer.

Sin embargo, aunque las encías retraídas no pueden solucionarse, hay tratamientos que pueden ayudar a evitar que el problema empeore. 





¿CÓMO PUEDO SABER SI TENGO LAS ENCÍAS RETRAÍDAS? 

Hay algunos indicios que te pueden indicar que tienes problemas gingivales o retracción de las encías. Ocurre cuando las encías se contraen, dejando expuesta la raíz y lo primero que puede que sientas es una mayor sensibilidad dental. Es posible que también notes que tus dientes parecen más largos o veas una marca donde la encía se une al diente. Aunque puede que veas estos indicios, no siempre es fácil saber si tienes las encías retraídas. Lo mejor es acudir al dentista para realizar revisiones con regularidad porque un profesional puede identificar y tratar los problemas gingivales. Esto es especialmente importante en el caso de las encías retraídas porque comenzar un tratamiento cuanto antes es la mejor manera de evitar que empeoren. 

¿QUÉ CAUSA LA RETRACCIÓN DE LAS ENCÍAS? 

Hay muchos factores que pueden provocar la retracción de las encías y el dentista te podrá decir cuál es la causa: 
Cepillarte los dientes demasiado fuerte – puede desgastar el esmalte de los dientes y hacer que las encías se retraigan. 
Mala salud bucodental – si no mantienes los dientes limpios cepillándolos con regularidad y usando el hilo dental, se puede acumular placa y convertirse en un depósito duro conocido como sarro. Si no se elimina, puede provocar enfermedad de las encías y retracción de las encías. 
Rechinar o apretar los dientes – si es grave, puede someter a presión a las encías, lo que puede causar que se retraigan. 
Tabaco – si fumas, tienes más posibilidades de padecer retracción de las encías. • Periodontitis – en la enfermedad de las encías grave, llamada periodontitis, las encías se encogen formando bolsas, que pueden infectarse. Esta infección puede dañar el tejido y el hueso que sostiene el diente en su lugar, y hacer que se suelten y aflojen. Incluso puede provocar la pérdida de piezas dentales.

¿CÓMO PUEDO DETENER LA RETRACCIÓN DE LAS ENCÍAS? 

Si quieres saber si tienes retracción de las encías o crees que la tienes, lo primero que tienes que hacer es pedir cita al dentista y obtener asesoramiento profesional sobre cómo detener la retracción de las encías. Algunos de los tratamientos para la retracción de las encías son: 

RASPADO Y ALISADO RADICULAR 

En caso de retracción de las encías, puede que el dentista te sugiera un raspado y un alisado radicular. Se trata de un procedimiento de dos partes que lleva a cabo el dentista. Primero se elimina toda la placa y el sarro endurecido encima y debajo de la línea de la encía (donde la encía se une al diente). Luego el dentista realizará el alisado radicular, que consiste en allanar las raíces de los dientes para ayudar a que las encías vuelvan a fijarse a los dientes. Puede que el dentista te ofrezca anestesia local durante el procedimiento y que este dure más de una visita. Después del tratamiento, es normal que tengas las encías rojas, hinchadas y te duelan porque están más sensibles. Es posible que el dentista te recomiende un breve ciclo de enjuague bucal antimicrobiano como el colutorio Parodontax extra 0,2 % para ayudar a reducir las bacterias y prevenir infecciones. El raspado y alisado suelen ser suficientes para solucionar el problema, pero puede que tengas que acudir a revisiones con regularidad para asegurarte de que tus encías han mejorado y no han ido a peor. También es importante mantener una buena rutina de salud bucodental para proteger las encías. 

CIRUGÍA DE LAS ENCÍAS 

En casos más graves de retracción de las encías, puede que el dentista te recomiende cirugía de las encías. Algunos de los distintos tipos son: 
Raspado y alisado abierto: Si no ha funcionado el tratamiento no quirúrgico, es posible que el dentista recomiende un raspado y alisado abierto, el tejido gingival afectado se pliega para obtener un mejor acceso para limpiar y alisar las raíces. Luego la encía se vuelve a fijar de forma ajustada, lo que hace que sea más fácil mantenerla limpia y sana. 
Regeneración: Este es un tratamiento quirúrgico que puede ayudar a regenerar el hueso y el tejido gingival dañados. El dentista limpiará sobre la encía y debajo de ella para eliminar las bacterias y la placa. Luego se aplicará un material regenerador, una membrana, un tejido de injerto o proteína que estimule el tejido, para favorecer que el cuerpo restaure de forma natural el hueso y tejido dañados. Después la encía se vuelve a fijar con seguridad sobre la raíz del diente.

INJERTOS DE ENCÍA 

Si se ha perdido el tejido gingival, puede que el dentista te recomiende cirugía con tejido blando o injerto de encía. El tejido se toma de las encías de alrededor o del paladar y se cose al tejido gingival para cubrir la raíz expuesta del diente.

CÓMO PUEDO AYUDAR A PREVENIR LA RETRACCIÓN DE LAS ENCÍAS

La mejor protección contra la retracción de las encías es realizar revisiones con regularidad con un dentista y una buena rutina de salud bucodental.

Cepillarse dos minutos dos veces al día con una pasta de dientes con flúor o una pasta de dientes especialista en salud gingival, como Parodontax, ayuda a eliminar la placa bacteriana para mantener los dientes y encías sanos.

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COSAS QUE DEBES SABER SI TE SANGRAN LAS ENCÍAS

La enfermedad periodontal o enfermedad de las encías es una de las diez enfermedades que afectan a las personas con más frecuencia y es la principal causa de la pérdida de piezas dentales entre adultos.
Por este motivo, es importante ser consciente de ella, de cómo se puede desarrollar y sobre todo de cómo prevenirla. 
A diferencia de la sensibilidad o molestia dental, la enfermedad gingival a menudo no duele ni causa molestias. Pero no por eso hay que ignorarla. Si no se trata en su primera fase, puede llegar a provocar un efecto dominó desarrollándose hasta la segunda fase, conocida como periodontitis, que es mucho más grave.

SIGNOS DE QUE TUS ENCÍAS NO ESTÁN SANAS

Estos podrían ser algunos signos de que padeces la enfermedad gingival: 
  1. Sangrado de encías. Las encías sanas no sangran. Si sangras cuando te cepillas los dientes podría ser indicativo de que estás desarrollando una enfermedad gingival. 
  2. Mal Aliento. El mal aliento, o la halitosis, tiene muchas causas, pero puede ser un signo de que padeces una enfermedad gingival. 
  3. Encías inflamadas. Las encías hinchadas o inflamadas pueden tener un aspecto enrojecido y pueden ser un signo temprano de la enfermedad gingival. 
  4. Encías retraídas. La recesión gingival significa que las encías se retraen, si esto no se trata adecuadamente podría llegar a quedar expuesta la raíz que hay debajo. 
  5. Pérdida de piezas dentales. La pérdida de piezas dentales podría estar causada por una de las formas más graves de enfermedad gingival: la periodontitis. 
La causa más común de la gingivitis es la placa bacteriana. Las bacterias utilizan los azúcares de la comida para producir ácidos capaces de irritar las encías y disolver el esmalte dental, lo que también puede generar caries. Las toxinas que liberan también pueden inflamar y dañar el tejido gingival circundante, lo que hace que el cuerpo envíe más sangre a la zona afectada. De ahí que sangren las encías con el cepillado y se tenga mal aliento. 
Además, fumar y cepillarse los dientes menos de dos veces al día son factores que hacen aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad. 
Una mala higiene bucal puede desarrollar una gingivitis.

5 PASOS PARA TENER UNAS ENCÍAS SANAS

Solo es necesario seguir cinco simples pasos para mantener las encías y los dientes limpios y prevenir la enfermedad gingival:
  1. Compra un cepillo de dientes adecuado, de cabezal pequeño y con filamentos redondeados. Además, es importante que recuerdes que los cepillos de dientes no son eternos. Se recomienda renovarlos cada 3 meses.
  2. Utiliza hilo dental para llegar a todos esos espacios entre dientes a los que no llega el cepillo y donde se acumulan las bacterias.
  3. Elige Parodontax, una pasta de dientes indicada no solo para limpiar los dientes sino también para ayudar a detener y prevenir el sangrado de encías.
  4. Cepíllate dos veces por dos, es decir, dos veces al día durante dos minutos cada vez. Pasa el cepillo por toda la boca, no te dejes ningún rincón.
  5. Hazte una limpieza dental. Visita al dentista regularmente para que te haga una limpieza en profundidad con herramientas profesionales específicas

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¿QUÉ CAUSA LA INFLAMACIÓN DE LAS ENCÍAS?

Unas encías sanas son rosas y firmes, por lo que las encías inflamadas y con un aspecto rojo e hinchado podrían ser un indicativo de que tienes un problema gingival. Hay varios motivos por los que podrías tener las encías inflamadas, por lo que es importante que comprendas qué está causando la inflamación de las encías.

CAUSAS DE LA INFLAMACIÓN DE LAS ENCÍAS

Algunas de las causas de la inflamación de las encías son:
  • Placa – la acumulación de placa es una causa común de la primera etapa de la enfermedad de las encías, gingivitis. La placa bacteriana se forma constantemente sobre los dientes y alrededor de ellos, y, si no se elimina con cepillados regulares, puede irritar las encías y hacer que se enrojezcan e inflamen. La inflamación asociada con la enfermedad de las encías no suele doler, pero si no se trata, puede evolucionar en periodontitis, una etapa irreversible y más grave de la enfermedad de las encías que puede terminar en la pérdida de piezas dentales.
  • Úlceras bucales – estas llagas rojas, blancas o grises pueden ser dolorosas y aparecer en cualquier lugar de la boca, incluso en las encías, lo que puede hacer que duelan y se inflamen. Puedes tener una o muchas llagas a la vez en la boca. Aunque son incómodas, suelen ser inofensivas y desaparecer en unos pocos días. Un colutorio antimicrobiano, como el colutorio Parodontax extra 0,2 %, puede inhibir la formación de placa bacteriana. Tienes que acudir al médico si las llagas son persistentes y aparecen una y otra vez.
  • Abrasión de las encías – si te cepillas con demasiada fuerza o agresividad, puedes dañar el delicado tejido gingival y hacer que duela y se inflame. Una técnica eficaz para solucionar este problema es emplear un movimiento suave y circular en el cepillado.
Puesto que hay muchas razones por las que las encías pueden inflamarse, deberías pedir una cita al dentista para descubrir qué está causando la inflamación de las encías y recibir consejo experto sobre cómo tratarla.

CÓMO TRATAR LA INFLAMACIÓN DE ENCÍAS

Si tu inflamación de encías es un indicativo de gingivitis, la mejor manera de ayudar a devolver la buena salud a tus encías es preguntar al dentista cómo mejorar tu rutina de cuidado bucodental diario. Puede ser tan sencillo como cepillarte los dientes dos veces al día dos minutos con una pasta de dientes con flúor o una pasta de dientes de uso diario especialista en la salud de las encías, como Parodontax. 
Pasarte a la pasta de dientes Parodontax puede ayudar a detener y prevenir el sangrado de encías. 
 
Con un cepillado dos veces al día, es x4 veces más eficaz que una pasta de dientes convencional eliminando la acumulación de la placa bacteriana en la línea de la encía* (la zona donde la encía se une al diente), y ayuda a mantener las encías sanas y los dientes fuertes. 
Si tienes riesgo de desarrollar problemas gingivales más graves, es posible que el dentista te recomiende usar cepillos interdentales para ayudar a limpiar las zonas de difícil acceso y un breve ciclo con el colutorio Parodontax Extra 0,2% para ayudar a acabar con la placa bacteriana.
*Tras una limpieza profesional y un cepillado dos veces al día.

7 factores que causan envejecimiento prematuro de la piel

El proceso de envejecimiento es una evolución natural e imparable al que todos estamos irremediablemente sometidos. En él no solo interviene el factor genético, sino también otros condicionantes relacionados con el ambiente y el estilo de vida del individuo.

Cómo envejece la piel

El paso del tiempo actúa en la piel afectando a toda su estructura, provocando cambios que dan lugar a un deterioro de su salud y de su aspecto. Estos vienen provocados por factores internos, propios del paso del tiempo, y por factores externos correspondientes al entorno y al estilo de vida de cada individuo. A nivel biológico, los cambios más importantes que se producen por la edad en las estructuras de la piel son: riego sanguíneo más reducido, disminución de los niveles de colágeno y elastina, menor número y densidad de las células adiposas, renovación celular más lenta. Como resultado, la piel pierde volumen, densidad, elasticidad y luminosidad. Aparecen arrugas y líneas de expresión, aumenta la sensibilidad a los rayos ultravioleta, la piel tiene mayor sensibilidad y propensión a dañarse, así como una menor capacidad de curarse. Su textura se vuelve más seca y áspera, con una apariencia más apagada y sin brillo.

El exposoma: 7 causas del envejecimiento prematuro

Se calcula que el envejecimiento de la piel viene propiciado, en un 20%, por la predisposición genética, y se asocia el 80% restante a los condicionantes externos a los que se ve sometida: el exposoma.
"El exposoma se define como el conjunto de factores a los que el individuo se ve expuesto desde que nace hasta que muere, los cuales desencadenan respuestas en el organismo". 
El estudio del medio ambiente y de cómo el cuerpo se relaciona con él nos sirve para obtener un conocimiento más profundo de la naturaleza humana, además de para intentar mitigar los efectos negativos que esta exposición puede causar tanto en el cuerpo como en órganos concretos. El exposoma tiene una incidencia particular en la piel, ya que es el órgano más grande del cuerpo humano y una de sus principales funciones es la de barrera en el organismo. Influye en su salud y en su aspecto, así como en su envejecimiento precoz. Los factores que conforman el exposoma y que pueden causar los síntomas de la vejez prematura son:

1. La radiación solar.

Es el elemento más dañino para la salud de la piel: no solo puede causar enfermedades y lesiones, sino que es el principal responsable de su envejecimiento prematuro. Tanto es así, que se ha designado un término que remarca este efecto: el fotoenvejecimiento. Los rayos ultravioleta de la luz solar penetran hasta las capas más profundas de la piel, provocando daños irreparables.

2. La contaminación atmosférica.

Las partículas en suspensión y determinados gases contaminantes presentes en la atmósfera se asocian a la aparición de signos de envejecimiento precoz en la piel. En las zonas expuestas a una alta polución, se ha detectado la aparición de manchas y arrugas en mayor grado que en áreas menos contaminadas.

3. El tabaco.

Fumar es una de las prácticas más perjudiciales para la salud, también para la de la piel. Su acción incrementa los radicales libres, empeora la irrigación sanguínea, empeora la capacidad de autorrecuperación de la piel y daña su función como barrera. Los síntomas de vejez prematura más claros provocados por el tabaco son la aparición de arrugas y una piel seca y apagada.

4. La dieta.

Una buena alimentación es fundamental para el aspecto saludable de la piel. Las dietas ricas en antioxidantes, vitamina C, agua o betacarotenos mejoran el aspecto y la salud de la piel, mientras que el consumo de alcohol y de productos ultraprocesados, ricos en grasas y azúcares, darán como resultado una piel más sensible y menos bonita.

5. El clima.

La exposición continuada a altas temperaturas puede ser otro de las causas del envejecimiento prematuro. Así se ha demostrado en grupos profesionales que lidian diariamente con fuentes de calor. Por el contrario, el frío puede provocar sequedad, pérdida de humedad o menor capacidad reparadora de la piel.

6. El estrés.

Se ha demostrado que el un alto nivel de estrés del individuo puede inducir distintos tipos de daños en la piel, como la disminución de la permeabilidad, el deterioro de la función de barrera de la piel o el aumento del nivel de cortisol. El resultado es una piel más sensible y propensa a desarrollar o empeorar desórdenes cutáneos.

7. La falta de sueño.

En relación con el punto anterior, la privación del sueño también induce al estrés oxidativo de la piel, la principal causa del envejecimiento prematuro. Como consecuencia del cansancio, se pueden observar ojeras, bolsas, ojos hinchados, piel grasa o seca, palidez, sequedad y arrugas en la frente y líneas de expresión más marcadas.
Los componentes del exposoma no solo tienen incidencia sobre el organismo de forma aislada, sino también en conjunto. Estos interactúan entre sí y pueden provocar respuestas distintas en función de la exposición global del individuo a todos los factores que le afectan, acentuando el envejecimiento precoz en la piel.